"Hemos ocupado el 70% del espacio de las ciudades para aparcar o circular”
Los bosques urbanos –masas vegetales en nuestras calles, plazas y edificios– no solo mejoran la calidad del aire secuestrando CO2, sino que su sombra es esencial para combatir la subida de las temperaturas Iñaki Alday, para el diario El País

Ya sabemos que se han de aumentar decididamente las zonas verdes y espacio público. También sabemos que hay espacio disponible y de dónde podría conseguirse más. Ahora centraré el post en uno de los mejores usos que puede y debería darse a una fracción de ese espacio y los efectos de hacerlo ordenadamente, con una estrategia

Para lograr todos los beneficios mencionados y algunos más que comentaré a continuación puede recuperarse el uso de espacios abandonados y fincas desaprovechadas, lo cual beneficiaría igualmente a sus propietarios.
Los vergeles, jardines comestibles y huertos, categorías difusas e intercambiables, son posibles usos de estos jardines o huertos comunitarios, que presentan claros beneficios para sus usuarios pero también para los ciudadanos que jamás entren en uno -porque no quieran- que se beneficiarán de mejor calidad del aire, temperaturas más suaves, la belleza de la vegetación y -quizá- nuevas opciones de alimentos frescos ecológicos y saludables, asequibles y de Km0.
Los que además de consumir trabajen los huertos se beneficiarán por partida doble al constituir un buen ejercicio aeróbico válido para todas las edades
El cuidado comunitario de los huertos también fomenta la colaboración y la responsabilidad
Ver Proyecto Huertos Compartidos
Pero algunas personas se preguntan si la productividad real de huertos tan pequeños no será apenas notoria, ya que se nos ha contado mucho sobre las ventajas de la agricultura industrial en cuanto al aumento de la productividad.
Lo cierto es que depende de los cultivos, pero en un huerto comunitario o huerto urbano no se van a plantar cereales, por poner un ejemplo de cultivo de grandes fincas, muy intensivos en maquinaria sofisticada y costosa, sino hortalizas de hojas, bulbo o raíz, legumbres, setos y pequeños frutales, etc.
Pero además; Los alimentos cultivados en fincas más grandes son menos diversos y nutritivos alimentos-cultivados-fincas-grandes-diversos-nutritivos/ Los alimentos cultivados en fincas grandes en general son menos seguros (seguridad alimentaria y económica, por fluctuaciones de precios), más proclives a plagas, más intensivos en maquinaria y fertilizantes sintéticos, además de que suelen ser menos productivos.
Un huerto pequeño produce de media un 50% más, al margen de la calidad, muy superior en nutrientes.
Sin embargo, se ha de cuidar que los huertos comunitarios no usen productos sintéticos como fertilizantes no orgánicos o pesticidas.
Además es importante que los terrenos no se hallen demasiado cerca de carreteras muy transitadas, dada la contaminación de los tubos de escape de los vehículos a motor.
Recordemos que un terreno no es un huerto; para llegar a serlo necesita un proceso de transformación; lograr la recuperación del Suelo, hasta tener lo que llamamos tierra fértil, requiere cierto tiempo.
El huerto requerirá preparación, organización, un plan a medio y largo plazo, e incluso -mejor aún- una visión
Para potenciar la fertilidad del suelo se dispone hoy día de abundante información relativa a sistemas de cultivo como el bio-intensivo o la agricultura regenerativa. Ambas propuestas de cultivo promueven potenciar la salud del suelo sin usar productos sintéticos
Una particularidad de los suelos más fértiles y saludables es que son capaces de retener una gran cantidad de carbono, con lo cual se convierten en sumideros naturales de CO2
Más información:
DEL POTAGER DU ROI A LOS HUERTOS URBANOS - Jardines sin Fronteras
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